Son clases dirigidas de actividad física sin impacto en una amplia sala de nuestro centro, acondicionada para realizar esta actividad física. En ella, se imparten ejercios prescritos por un profesional cualificado, quien ayuda a sacar el máximo rendimiento a tus capacidades físicas de manera progresiva, a base de rutinas de ejercicios con grupos reducidos de máximo 5 personas.

El preparador físico, corrige las postura, conoce las lesiones de cada persona, para evitar ejercicios contraindicados.

En nuestras clases, se garantiza el fortalecimiento de todos los músculos, sobre todo de aquellos estabilizadores de  las articulaciones que equilibran la postura, evitando dolores ligamentosos, en meniscos,  discos intervertebrales y otras estructuras, al realizar la función articular correcta, sin forzar los límites de cada articulación. De este modo, evitaremos inflamaciones, hernias y otras anomalías producidas por ejercicios incontrolados.

Del mismo modo, se trabaja core, con ejercicios de refuerzo de la faja abdominal y lumbar, estabilizando la zona donde yace nuestro centro de gravedad y que sin duda, no lo podemos olvidar. Es tan importante mantener la estabilidad de esta zona, que nos ayuda a mantener el equilibrio en todo tipo de actividades, ya sea, en posturas estáticas o en movimiento.

Por otro lado, los ejercicios de movilidad articular de las zonas más limitadas de nuestro cuerpo, nos ayudan a que exista una una armonía de movimiento en la que las articulaciones realizan los movimientos funcionalmente de manera equilibrada, sin forzar unas unas articulaciones más que otras, favoreciendo un movimiento sano y nada perjudicial que va a evitar la artrosis degenerativa a largo plazo.

Otra parte a favor de este entre tipo de entrenamiento, es el trabajo de la elasticidad muscular, que prepara nuestros músculos para una mayor potencia de contracción mejorando de su estado trófico, evitando roturas fibrilares producidas por la tirantez del músculo que no soporta la elongación en un movimiento improvisado con una velocidad determinada. Por lo tanto, el trabajo de elasticidad evita lesiones.

La suma del aumento de movilidad articular y de la elasticidad muscular provoca un incremento de la flexibilidad. Cualidad indispensable en muchos deportes.

El llevar una rutina de actividad física saludable, te beneficia mucho a largo y medio plazo, puesto que el desarrollo de estas facultades, te enseña la posturología adecuada para desempeñar una acción sin lesionarte, ofreciéndote la mejor calidad de vida durante el mayor tiempo posible. Aunque cuidándonos así de bien, también podrían aparecer distintos factores externos que nos sorprendan y nos hieran, difíciles de controlar, como por ejemplo un accidente. Pero siempre, la evolución de ese transtorno físico será mejor que el de otra persona que no haya entrenado.

En resumen, que la actividad física adecuada y progresiva, adaptada a tu evolución y rendimiento a forma de rutinas de entrenamiento, te va a favorecer en todos los aspectos, tanto psicomotriz, como mental, emocional, incluso llega a mejorar la calidad del sueño y recuperación.

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