Es la capacidad de estar centrado en el momento presente.
Este estado se adquiere con la práctica de ejercicios que aprendemos en los talleres, partiendo de un estado de relajación.
Esta técnica nos permite llevar la atención plena a la vida diaria, sin juzgar ni apegarse al pasado u a la incertidumbre del futuro.
Nos ayudamos de visualizaciones que nos lleva a la atención de uno mismo, mediante técnicas de relajación guiadas.
Los ejercicios nos ayudan a generar hábitos de pensamiento y conducta positivos, a ver una perspectiva de uno mismo, que nos lleva al auto-control de pensamientos y emociones.
Muchas veces, no podemos relajar nuestra mente, que nos bombardera incesantemente con pensamientos que nos alteran, perdiendo el control de uno mismo, llevándonos a un bucle sin salida, que no nos deja escuchar lo que verdaderamente sentimos.
Para ello, tratamos de dirigir nuestro pensamiento con ejercicios de concentración y dispersión, depende del objetivo que queramos conseguir. Así, observamos sin juicio alguno, lo que ocurre en nuestra mente y que nos limita hacia nuestros objetivos.
El control de esta técnica nos permite vislumbrar la solución a nuestras cuestiones internas y obtener los recursos necesarios para lograr superar nuestras metas.
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